El anuncio o amenaza de Trump para imponer aranceles a todos los productos y servicios que México exporta a EUA a partir del 10 de junio, iniciando con 5% inicial de arancel hasta llegar a 25% en el mes de octubre, con aumentos escalonados mensuales de 5%, afectara las economías de ambos países.
Para hacer un análisis objetivo sobre esta expresión del Presidente Trump es necesario observar varios ángulos, empezando por el político.
Trump inicia su campaña de reelección el día 18 de junio, usara la misma retórica antiinmigrante, nacionalista, de fronteras fuertes, de defensa de los intereses americanos (America First) transita muy bien entre su base electoral (la derecha blanca, religiosa, conservadora, de bajos niveles educativos) y de hecho, lo condujo a la victoria en 2016.
Su lógica, primaria pero impecable, es regresar a la misma retórica.
Por lo tanto, esta decisión está fundada en aspectos políticos y no económicos.
Las repercusiones económicas para los norteamericanos serian también lamentables, ya que cadenas de suministro que trabajan en equipo en ambos lados de la frontera se verían afectadas en estados como Texas, Nuevo México, Colorado, California y muchos más.
Ya surgen desde el fin de semana, voces sensatas y equilibradas que lo llaman a la mesura y a no declarar un conflicto comercial con su vecino y socio comercial número uno. Nuestros principales aliados son, justamente, los propios productores americanos, los gobernadores fronterizos, los legisladores de zonas clave en productos de exportación a México.
¿Entrará Trump en razón? Por lo que hemos aprendido en dos años de gobierno, es que es absolutamente impredecible. Nadie sabe cómo reaccionará, a quién prestará atención o si preferirá –como ya ha sucedido- enfrentar procesos de los estados en contra del gobierno federal ante la Suprema Corte de Justicia.
Varios políticos y analistas señalan que excede sus facultades presidenciales la declaratoria unilateral de aranceles. Veremos en los próximos días, y esperemos que la delegación de negociadores mexicanos en Washington, tenga la precisión, la inteligencia y la capacidad para convencer a sus contrapartes.
Todo parece indicar que mañana inician las charlas de negociación entre los representantes de ambos países, encabezados por Marcelo Ebrad de México y Mike Pompeo de EUA. Estaremos pendientes.
Desde el punto de vista del concierto Internacional, México está llevando una política de aislamiento muy riesgosa, ya que en la actualidad ningún país puede ser neutral.
En el caso de Venezuela, nuestro gobierno invoco la No Intervención y Respeto a las naciones, basado en nuestra carta magna, que así lo señala, sin embargo, también indica que Gobierno de México debe vigilar y promover el respeto a los derechos humanos, cosa que en Venezuela se han violentando. Esta decisión ha aislado a nuestro país del Grupo de Lima que apoya a Juan Guaido como presidente interino y buscar solución pacífica y democrática a la crisis venezolana. Hay más de un medio centenar de países latino americanos y europeos que están trabajando en esta materia y México está ausente.
El 28 y 29 de junio, se llevará a cabo la reunión del G20 en Osaka, Japón. Presidente AMLO declino asistir, enviando una misión encabezada por Marcelo Ebrad SRE y Carlos Urzúa SHYCP. Además, enviara una carta sobre los problemas de desigualdad en el mundo. Mala decisión Presidencial.
Es el momento que AMLO tome el liderazgo y tenga visión de estado ante sus colegas del mundo, para enfrentar las amenazas de Trump y ser parte de las grandes decisiones globales, es momento de ventilar las ventajas de la 4T y los mecanismos que su gobierno desea implementar para reducir los índices de pobreza.
En estas reuniones debe estar presente y hacerse ganar el apoyo internacional para solventar las tretas de Trump.
En el aspecto económico, deseo poner en la mesa algunos datos macro económicos, para visualizar los riesgo y posible crisis que los mexicanos viviríamos, en caso de hacerse realidad las amenazas de Trump.
Actualmente México exporta a EUA 346,500 MILLONES DE USD al año y EUA exporta a México 265,000 MILLONES DE USD. Es decir, cada día cruzan la frontera productos y servicios de ambos países el equivalente a 1,700 millones de USD diarios.
La imposición de un arancel a los productos mexicanos de un 5% equivale a 18,500 millones de USD. En caso que el arancel se eleve cada mes un 5% hasta llegar al 25%, esto representaría el 31% del total del presupuesto de ingresos del gobierno federal en su ejercicio del 2019. Pretendo visualizar los efectos negativos de esa medida, no quiere decir que México perdería esos ingresos, pero la ecuación macro económica si se vería afectada.
Las consecuencias inmediatas serian, devaluación del peso frente al dólar y otras monedas, inflación, aumento de tasas de interés, despidos de trabajadores y empleados en todos los niveles, caída de los ingresos de gobierno y por lo tanto cortes a programas sociales de la 4T. Nula inversión pública y privada. Recesión económica, crecimiento de la pobreza, violencia y descomposición social.
Mi mayor deseo es que este escenario no se haga realidad y que nuestro gobierno tenga la habilidad de sortear exitosamente la negociación en Washington.
No espero nada positivo de Trump, pero si deseo que la visión, valores y principios de amistad entre mexicanos y norteamericanos prevalezca y se fortaleza, tenemos mucho que perder en ambos lados de la frontera, no le hagamos el juego a un Presidente Trump iracundo, irracional e impredecible.
Espero mucho del Presidente AMLO, es momento de unir a TODAS Y TODOS mexicanos, anulemos la confrontación, que se acaben los FIFIS, LOS CHAIROS Y HAYA UN COMUN DENOMINADOR. MEXICO UNIDO COTRA TRUMP.
RAUL MONTER.
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